28 de mayo de 2008

Historia, sociedad y cerveza

Nos guste o no las drogas están entre nosotros, pero no desde nuestros días, sino desde tiempos inmemorables. La cerveza, más o menos como la conocemos hoy, ya la conocían en Egipto; el vino, apreciado desde los romanos; la mezcalina, usada por los chamanes desde siempre; el curaje, empleado por tribus africanas como relajante y como método de caza; la marihuana, presente en numerosas culturas; o incluso la heroína, diseñada por una conocida marca de medicamentos . A través de esta revista vamos a intentar analizar diferentes drogas y cómo han influido en nuestra historia y nuestra sociedad.

La primera que vamos a ver es la cerveza, esa rubia deseosa de que la abracemos, bebida que todo el mundo conoce y ha probado.
En el principio de los tiempos el pan y la cerveza fueron de la mano, el pan se fabricaba mezclando más harina que agua y dejándolo fermentar, pero si invertían la proporción y mezclaban más agua que harina, y la dejaban fermentar, se conseguía cerveza. Posteriormente cada producto fue mejorándose: la cerveza paso a ser bebida con caña en la antigüedad, para luego ser filtrada y aclarada por los monjes en la Edad Media.

En Babilonia su dieta estaba constituida principalmente de cerveza, grano, frutas, verdura y cebolla, nutrición poco diferente a la de la mayoría de la gente pobre de la antigüedad. Muchos salarios se cobraban en grano o directamente en cerveza. Además los países productores de cerveza no tenían obligación de participar en las guerras, pero sí eran obligados a pertrechar de cerveza el frente, ya que era alimento de primera necesidad y desinhibía a las tropas. También fue objeto de codicias diversas por parte de la gente poderosa, que hizo en algún caso un monopolio o cargó el comercio con importantes impuestos, originándose revueltas cuando la situación de presión era insostenible (recordemos que ha sido un alimento básico). Hoy en nuestros días la receta no ha variado mucho pero sí se ha especializado y cada zona tiene su empresa y su receta propia. Está la cerveza Lagger inventada por los monjes alemanes y que hoy en día la producen casi todas las casas cerveceras (San Miguel, Heineken…) o la cerveza Pilsen procedente del pueblo de Plizeñ (en alemán).

En el campo médico fue muy utilizada, ya que ingerir alcohol supone desde siempre consumir una bebida sin algunas bacterias corrientes como la salmonela.Ya en 1650 el Dr. S. Carpenter dejó escrito: “Un vaso de birra tomado con la comida principal del día hace más bien y menos daño que cualquier medicina que un médico pueda recetar.”

Los beneficios de la cerveza, si es bebida con moderación, son innumerables, además de alimentar por sí misma, es anticancerígena y ayuda a evitar la aparición de alzehimer.

Posee todas las vitaminas importantes del grupo B, a parte de las vitaminas A y D. El gás carbónico que alberga ayuda a la circulación de la sangre; posee polifenoles (previenen enfermedades coronarias),… y así una interminable lista de sustancias beneficiosas.

También tiene sus inconvenientes ya que su abuso puede provocar un serio problema de alcoholismo; pero en menor medida hace aparacer una “gran barriga cervecera”. A la hora de conducir también es un problema y es que según una compañía aseguradora: “el problema está en que los usuarios no tienen una adecuada percepción del consumo de alcohol con las bebidas de baja graduación como la cerveza, y desconocen, por ejemplo, que tres cañas son suficientes para dar positivo en un control de alcoholemia en una persona de 70 kilos, provocando que ésta pierda la mitad de los 12 puntos de su carnet de conducir”.
Después de esto que cada uno piense lo que quiera, yo brindaré porque sus beneficios son una realidad.



¡Salud!

K-no

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