15 de octubre de 2008

Benedetti y Bukowski

Martes, 10 de Febrero del 2009, Afueras de la Universidad de Granada

- ¿Qué haces tan concentrado, Anxo?
- Ah, hola, Jaime. Estoy indagando en este libro.
- ¿Indagando? Será leyendo. Es una novela.
- Ya, pero es que estoy investigando sobre la personalidad de dos grandes escritores.-Jaime levanta levemente las cejas. Anxo continúa:

- Mi trabajo fin de carrera. He pensado titularlo: “Vidas paralelas”. Se trata de una comparativa contextualizada de las vidas de dos grandes literatos coetáneos: Benedetti y Bukowski; fijo que te suenan.
- Pues sí, pero no sabía que eran de la quinta.
- ¿Has leído algún libro de ellos?
- Pocos, pero sí.
- Y qué te ha parecido. Sus obras son muy psicológicas.
- Pues no sabría decirte… Quizá, Bukowski un guarro, y Benedetti… un romántico.
- Buenas definiciones.
- ¿Y tu qué piensas? Habrás tenido que empollarte sus biografías.
- En realidad no. Estoy intentando esclarecer sus conciencias por las obras.
- Qué chungo.
- Qué va, son muy expresivos e intimistas; ten en cuenta que por encima de todo son poetas. Sin embargo, pretendo ver más allá. Hoy, por ejemplo, creo que he descubierto algo muy interesante… Yo ya sabía que los dos son almas errantes; aventureros, idealistas, románticos. Y que las condiciones, las distintas circunstancias, motivaron que sus caracteres divergieran: Benedetti inmerso en una época y lugar de cambio, de revolución, de inspiración; Bukowski en una sociedad decadente, fruto del “progreso”, inmovilista y resignada. Pero esto no es del todo cierto, porque en realidad convergen; se complementan. Con amenazas y fortalezas invertidas. Uno ama y otro odia. Ambos con gran fuerza y sentimiento. Muy diferentes y muy similares a la vez. Un espejo frente a otro espejo… Bueno…, a lo que iba. Hoy, a tenor de lo expuesto, he pensado, aunque probablemente me equivoque, que lo que les define realmente es su predisposición, me explico: Bukowski es un valiente que quiere ser cobarde, no…, mejor dicho, una persona positiva que pretende ser negativa; y, Benedetti una persona negativa que pretende ser positiva. El primero se viste con tristeza siendo alegre, y el segundo se viste con alegría, con esperanza, siendo triste. Un cambio de chaqueta que abrigue mejor. Pero, ya sabes, Jaime, que yo no voy para sastre…

2 comentarios:

Unknown dijo...

Lo mejor que he leído, justo lo que estaba buscando!

Unknown dijo...

Sublime comparación.