Siento vértigos de inconsciencia, de demencia,
de nadería y despertar.
El otro día pensando en mí
descubrí simas oscuras, integérrimas…
Para qué, para mí, para sentir que hay algo,
algo, aunque sea lo que tú, tú, me refirieres.
Pero… dime algo.
Sin ti sentir, qué difícil.
Sin mí vivir, qué feliz.
Anónimo
5 de febrero de 2009
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