Hace poco, rebuscando entre los papeles y apuntes desperdigados de mi habitación encontré unas anotaciones extraídas de una monografía acerca del Siglo de las Luces que resultan bastante oportunas para la cuestión que quiero plantear: “… No hay ni Bueno ni Malo. Todo carece de sentido, post-modernidad a la vista-… Los grandes temas, como la religión, el progreso, la nación, la ciencia, la emancipación… los da por ventilados… Sobrevive el pluralismo o mejor,
Un matiz en la interpretación del párrafo anterior puede abrir innumerables posibilidades en cualquier investigación, y además, situarnos de lleno en una de las problemáticas claves de las ciencias sociales en la actualidad: la teoría del giro lingüístico. Las descarnadas páginas de W. S. Burroughs, quien consideraba el lenguaje como la mayor “cárcel del ser humano”, su prosa corrosiva y genial, parece traslucir buenas dosis de inquina destructiva, sin embargo, la “propuesta” de los grandes teóricos de la post-modernidad es netamente diferente. Nadie se va a inmolar dentro de la celda, simplemente se limitan a desenroscar los tornillos sobre los que se anclaban los barrotes, tornillos que estaban sueltos desde el principio.
El epistemólogo francés Ernst Cassirier en su obra “
“…La razón diálogica… que se comunica y converge en
No es una cuestión de esgrimir u hondear nuevos y mejores conocimientos, sino de ver la practicidad de los mismos, la capacidad de transformar la realidad, de acaso atisbar que no es lo mismo saber explicar el movimiento de rotación terrestre que interconectar el mundo a través de teléfonos móviles. La cuestión deja de ser aséptica. Me refiero a una practicidad eminentemente negativa e impulsora de la desigualdad más atroz. Como ciertas cosas que pasan por ahí, por ejemplo Darfur.
Y no sólo eso, sino preguntarnos cómo soy capaz de pronunciarlo sin ningún tipo de dolor ni remordimiento, cómo he llegado a creer que soy un tipo autónomo e independiente –yo personalmente elijo mi estilo de música favorita- que poco o nada tiene que ver con todo aquello. Cómo cojones por el mero hecho de pensar que soy buena gente tengo huevos de decir: Darfur y mezclarlo con citas de libros que no me he acabado de leer. ¿Por qué allí hay muerte sistemática y aquí se ha conseguido transformarla en un accidente? ¿Están ambas muertes relacionadas? Igual Darfur no existe. Yo personalmente sólo lo he visto por el telediario y éstos ¿no hacen más que mentir? Ah, no. A veces sí. Depende. Me voy a poner mi neutral cazadora en mi neutral habitación para dar un paseo por mi neutral calle que nada tiene que ver con las putadas que pasan por el mundo –o por la misma calle-. Ah, no. A veces sí. Depende.
Tengo la sensación de empatizar más con el dr. Richard Kimble en el Fugitivo que con cualquiera de las personas marginadas de nuestro way of life, (por cierto, recordar a modo de ironía que estamos cada vez más enfadados por americanizarnos). Si les respetamos tanto, ¿por qué les matamos? Ah, no. A veces sí. Depende.
La necesidad de algo –no sé qué- es manifiesta.