22 de marzo de 2009

Rock and roll

El rock ‘n‘ roll combina elementos del blues, del boogie woogie, y del jazz con influencias de la música folclórica apalache, gospel, country y western especializado, así como con nuevas técnicas de amplificación de guitarra. El tempo es elevadísimo y la improvisación juega un importante papel. Nace en los barrios bajos, fruto de la evolución de la música negra. Allí donde había esperanza había rock, y roll, claro. Muddy Waters muchas veces ha sido considerado como su precursor. Y Little Richard, junto con Elvis Presley y otros, comienzan el movimiento en 1954, por decir alguna fecha.

A partir de los años 60 el estilo se desarrolla, expresándose en multitud de bandas y ritmos. Gracias al momento histórico y la influencia de ciertos grupos se convirtió en un movimiento a escala mundial, un fenómeno cultural y musical imparable. Como en un árbol genealógico el rock ‘n‘ roll engloba el rockabilly, el doo wop o el hard rock, de los que luego han derivado el heavy metal, el garage, el punk rock, el rock progresivo o el glam. Todos ellos tienes reminiscencias; como decía Lennon, por ejemplo, “el glam es rock and roll con pintalabios”. Esto podría explicar que algunos grupos, como AC/DC o Motörhead, pese a su evolución, sigan definiéndose como R&R; como suele decirse: “los viejos rockeros nunca mueren”, y con viejos rockeros me refiero a aquellos que con sus manos y sus dedos iniciaron una nueva manera de pensar y de bailar.


La popularización del rock hizo posible que muchos músicos se expresaran, incluso por radiodifusión; cosa que les hubiera parecido imposible años antes, y no por su música. Es el caso de Chuck Berry, que plasma esta realidad en su popular canción “Johnny B. Goode”. Curiosamente este tema fue elegido para ser enviado en 1977 en las sondas Voyager hacia otros planetas y galaxias, con datos sobre la existencia y cultura de la especie humana, en busca de otras vidas. El mundo era un totum revolutum y el rock and roll una reacción, una voz, una protesta. Todos los antiguos capitalistas se removían en sus tumbas al ver como sólo R&R entraba por los oídos de la juventud. Todos sus “esfuerzos” para esto… La contracultura emergente se enraizaba no sólo en la música, sino también en el cine, en la pintura, en la literatura… Por ejemplo, los literatos del movimiento Beat, como Kerouac o Burroughs, que ya llevaban años deambulando, encarnaban este desencanto ante una sociedad enferma. Aunque quizá sea Bukowski, que diría de los anteriores que eran unos soplapollas, el más férreo representante de la decadencia externa.

Mientras tanto en Strathclyde, Australia, se hacían mayores escuchando rock –gracias a sus hermanos mayores– los hermanitos Young. Cuando se hicieron más mayores, viviendo ya en Sydney, Malcolm le propuso a Angus que se uniese a su grupo como segunda guitarra –la primera era él, claro–; necesitaban a alguien que sonara duro, con toques de boogie y pelos largos. Al principio tocaban blues y rhythm ‘n‘ blues. Al no encontrar nombre para la banda, su hermana les sugirió AC/DC, siglas que divisó en la parte trasera de una aspiradora, la clásica abreviatura “corriente alterna/corriente continua”; quizá le inspiró la electricidad que irradiaba el conjunto.


El primer show tuvo lugar en el Chequers, salón de fiestas de Sydney, en pleno invierno del ’73, con un repertorio lleno de clásicos. La inestabilidad grupal fue la tónica de esta época. Sin embargo, los hermanitos junto con Evans (cantane), Clack (batería) y Bailey (bajista) se internaron en los Albert Studios de Sydney para grabar el single “Can I sit next to you/Rockin’ in the parlour”. Por entonces Angus salía al escenario disfrazado de cualquier cosa: de gorila, de espadachín, de personajes de televisión o de cómic, como Superman o el Zorro. Un día su hermana le recomendó el uniforme escolar que había abandonado tan temprano, y aceptó sorprendentemente. La banda se trasladó a Melbourne, asociándose con el manager Michael Brownlng, pieza indiscutible durante los siguientes cinco años, sobre todo al contratar como conductor de la camioneta a Bon Scott, un escocés que había obtenido títulos de percusionista en la escuela antes de abandonarla a los 16 años, habiendo trabajado antes de cartero. Le gustaba vestirse con piel de boas al cuello. Había tocado con los Spectors, los Valentines, grupo pop en el que ocultaba sus tatuajes de reo y que fue el primer grupo australiano en ser arrestado por posesión de drogas, o los Fraternlty; pero Bon, debido a un accidente de moto y a lo consiguiente separación del último grupo mencionado, hubo de trabajar en lo que pudo.
Así, mientras transportaba al grupo de acá para allá, le propusieron unirse como batería, pero cuando escucharon su voz no se lo pensaron. Ya por entonces empezó a adquirir fama de gran bebedor y mujeriego. Ese mismo año, ’74, graban su primer disco, “High Voltage”, editado en Australia. Los cambios de integrantes se sucedieron: Phil Rudd a la batería y Mark Evans, de quien Bon se había hecho amigo poco antes de entrar en el grupo, al bajo. Con esta formación graban “TNT” a finales del ‘75, editado sólo en Australia y Nueva Zelanda, y del que vendieron 100.000 copias.

En 1976 dan a luz un nuevo trabajo, “Dirty deeds done dirt cheap” (“Trabajos sucios a precios de saldo”), donde estaban todos los ingredientes del grupo...

En fín…, R&R.

12 de marzo de 2009

-Muerto en vida- (10ª Entrega)

Miércoles, 25 de octubre de 1995, Santiago de Compostela (9ª Parte)

¡Ou, suena El oportunista*!, qué bueno (!), poniendo a cada uno en su sitio. (…) Seguimos trasegando. La conversación es buena, es la más larga que he tenido en mucho tiempo.

Son las dos, pero Lua lleva un rato ya en la barra –el bar está a tope-; ella es exuberante… Nosotros estamos borrachos perdidos. No me atrevo a decirle nada.
Al lado nuestro hay unos tipos realmente ruidosos, borrachos como piratas, con las mismas pintas; sueltan mierda por la boca…

- ¡Qué tía, la cabatera! La mataría a polvos –dice uno de esos crápulas.-Me doy la vuelta y le espeto:
- Por qué no te cortas la lengua, asqueroso.
- ¿Qué dices piltrafa?
- Pasa de ellos, Charly –recomienda mi amigo.-Me doy la vuelta.


Me raspa esta gente. (…) Al rato, ya todo borrachos, piden más litros, pero Lua se los niega, les dice que se vayan a dormirla…

- ¡Cómo que no, furcia de mier…!-no acaba de decir uno porque le reviento la jarra de litro en toda la cabeza.-Se acercan sus amigos, enarbolo la jarra, se cagan; cogen a su amigo y se piran.
- Vámonos de aquí, Alfredo.-Odio la agresividad verbal y más la de deleznables como esos.
- Vale… Espero que no nos estén esperando con hachas.
- Qué mas da, tienes pipa, no (?).
- No jodas, Charly.

Salimos de allí, ni rastro de los homo heidelbergensis.

- Se me ha cortado el rollo, Charly.
- Lo siento, viejo, no quería…-Qué habrá pensado Lua (?). Ni siquiera me he despedido…
- ¿Crees que lo habrás matado?
- Lo dices en broma, no (?).
- Bueno, tío, ha sido un placer; perdona que me vaya, pero mañana será un día muy largo…
- Cierto. Hasta otra, jefe.
- Cuídate Charly.

Esto se ha acabado. Yo estoy acabado. Daré una vuelta para despejarme. Aunque… es mejor irse a la piltra beodo, así la obliteración de las conexiones neuronales impedirá que mis ideas se relacionen y me atormenten con su estúpido surrealismo. Me cuesta mucho dormir. Es por culpa de la cama, símbolo del sueño, cada posición es una pesadilla inoculada, es un parásito, huésped multiforme; al cabo de la noche acabo todo abotargado de ideas malignas, de seres indeseables que me okupan. Por eso prefiero dormir en el sillón, y alcoholizado a ser posible. Pero… no tengo sueño.

Estas calles transmiten paz, por eso voy por las menos frecuentadas; aunque es difícil no encontrarse con alguien. Las piedras seculares despiertan algo inasible, un renacer de recuerdos olvidados, una muerte postergada por falta de voluntad; la desidia y su agonía.

Paso por la Plaza do Obradoiro; ahí está, viendo pasar el tiempo, la puta catedral. Qué desmejorada(!), me recuerda a mí. No me entretengo, sigo caminando hacia la Azabachería (Plaza da Inmaculada), puto barroco (!), que fasto innecesario. Voy a coger el Camino de Santiago, en tornaviaje, cuando, allá en la Plaza da Quintana, veo a Santi Pintos y su harpa maxica. Está sentado, con la capucha puesta, quizá esté durmiendo… De todas formas, voy a ver qué tal está, hace mucho que no le veía. Al pasar al lado de la fachada de la catedral, siento que me observan, me resisto a mirarles, son ellos, esos apóstoles acusadores, sus miradas carnívoras quieren tu alma, te absuelven y te devoran… Llego al soportal, está despierto, levanta la cabeza y me sonríe con esfuerzo.

- Boas noites, Charly.
- Buenas, Santi. Qué haces aquí (?).
- Estou vello e necesito descansar.
- Ve a dormir, pues.
- A rúa é a miña casa, as súas pedras a miña cama.
- Pero…, sí que tenías casa o un sitio donde dormir, ¿no?
- E teño, pero aquí estou máis cómodo.-Santi siempre vigila estas calles; el sabe más que nadie de sus transeúntes…
- Oye, Santi, ayer por la noche no verías a un joven pasar apresurado por estas calles (?), a eso de las 11.35.-Si Aleixo se dirigía al hospital tuvo que pasar por aquí…
- Onte noite vi algo moi estraño…-Se queda pensativo.
- Sí…
- Pensei que estaban pasándose droga… Pero cando se separaron, o un foise riente e a outra mudanza o seu rumbo e foise como perdido…
- Pero, quiénes eran (?)
- Non sei. Pantasmas. Un ía de negro enteiro, o outro parecía normal, pero a súa mirada… estaba ido tras encontrarse coa pantasma negro.
- A ver, Santi, cuéntamelo desde el principio, por favor.
- O vivo paso por aquí, dirección oeste, á hora que ti dicías, miro para miña, pero non sei se me viu, eu estaba na penumbra. O morto estaba máis diante, reclinado na fachada; paró ao vivo, díxolle e deulle algo, e este foise para o sur pola Rúa do Vilar; estaba morto.
- Qué dices que le dio (?)
- Non sei, algo grande, envolto con trapos.
- Y… ¿Qué hizo el de negro después?
- Se foi sorrinte como para o Concello.
- Tú que hiciste Santi (?).
- Quédeme aquí, rezando pola súa alma.
- ¿El chupa-almas no te vio?
- Non creo, case ninguén me ve.
- Y… te acuerdas cómo era (?).
- Case non lle vi, estaba todo moi escuro.-Me quedo un rato pensando…
- Gracias, Santi; ahora creo más que nunca en la Providencia y en ti. Eres un gran hombre… Quieres que te ayude a volver a casa (?)
- Tranquilo, Deus protéxeme.-cierra los ojos, su cabeza se inclina hacia el pecho.

(…)

Camino a casa pienso en Aleixo… Lo que me ha contado Santi es muy extraño, demasiado extraño. Fijo que el zombie era Aleixo; si pudiera hablar con él y preguntarle si vio a Santi…; necesito saber lo que recuerda. Y el otro…, quién coño era (?!); quizá era un amigo de Aleixo y se encontraron por casualidad, aunque no creo que… No lo entiendo…; qué le pudo decir… (?); adónde fue Aleixo (?), ¿a libertar sus ansias reprimidas de sangre?… Aparte de esto, a los maderos les falta una pieza básica del puzzle; si la encuentro iré un paso por delante de ellos. Piensa, Charly… Todo tiene que tener relación…, pero… falta algo más, algo que se me escapa…

Los asuntos crípticos requieren total sobriedad. Me voy a “descansar”.

(…)

Me cuesta dormir. (…)

Consigo llegar a un estado de alucinaciones hipnagógicas que pretende corromper mi mente, o, al contrario, quizá sean fruto de esa corrupción neurológica irreversible e inconsciente. Lucho contra ellas despertándome continuamente…

(…)



* Canción del primer disco de Leño. Magnífica sátira a las modas y sus seguidores.

Escrito y pergeñado por: D.C.O.
Narrado por: C.G.S.

11 de marzo de 2009

Historia, sociedad y marihuana


Al igual que ocurre con la cerveza (tema del número anterior de la revista), el hombre camina de la mano de la planta del cannabis desde tiempos inmemorables. Estudios arqueológicos demuestran que aproximadamente en el 8.000 a.C. el cáñamo (la marihuana en sus diferentes variantes, en este caso el macho) era cultivado para elaborar tejidos. La primera referencia escrita sobre el cannabis (en este caso el fruto de la hembra) data del año 2.700 a.C., donde Shen Nung, escritor chino, afirma que “es un remedio efectivo para paliar dolores femeninos, gota, reuma, estreñimiento, malaria, gripe, desmayos y cólicos, además de un medio para comunicarse con los espíritus y aligerar el cuerpo”.

En el 1.500 a.C. llega a Europa y en el 1.000 a.C. los chinos fabrican papel con cáñamo. Avanzando unos siglos en el tiempo encontramos que en la Grecia clásica es un importante medicamento, las semillas son usadas contra las inflamaciones; también como laxantes, como reconstituyentes y para purgar los gusanos a los recién nacidos. El aceite extraído se usaba como tónico para el cabello y contra el envenenamiento del azufre. Además empleaban el jugo fresco de las hojas para combatir la picadura del escorpión. Sus fibras, para fabricar cuerda y tejidos. Incluso era consumida por filósofos para favorecer el pensamiento introspectivo. En la roma clásica sus flores servían como socializador en reuniones y fiestas, y en la religión védica (India) se la denominó “fuente de felicidad y vida”. A partir del siglo V, en los países árabes, los doctores la recetaban en sus prescripciones médicas, y en el Congo se empieza a venerar como planta divina sólo apta para líderes étnicos. Llegando al final de la Edad Media en Europa, la inquisición -con “sede” en España- la prohíbe, pero permite su utilización en tejidos, papel y cuerdas. En 1492 Cristóbal Colón llega a América con 500 toneladas de cáñamo usadas en las cuerdas. En 1545 se introduce en América, y en 1619 se promulga un decreto de ley en James Town (Virginia, EEUU) en la que se obliga a todos los granjeros a cultivar semillas de cáñamo para comercializar con los ingleses hasta principios de 1800. En 1750 Benjamin Franklin pone en marcha la primera fábrica de papel de cáñamo, pudiendo editar así su propio periódico, independiente de Europa. En 1776 se declara la independencia americana y es testada en papel de cáñamo. Washington y Jefferson aluden al cannabis como necesidad y animan a cultivarla en lugar del tabaco. Durante este siglo y el posterior es legal, y artistas e intelectuales hacían uso de ella: Bodelaire, Delacroix, Rimbaud, Balzac… Para conocer cuando empezó a estar fuera de la ley y ser perseguida nos remontamos a principios del siglo XX. Pancho Villa arrebató 800.000 acres de tierra de cultivo de cáñamo de México a Randolph Hears (multimillonario magnate yanqui de la prensa y los negocios ), el cual comienza una cruzada en sus innumerables periódicos con una sola teoría: “los mexicanos y negros cuando fuman marihuana se vuelven bestias salvajes”. Sus campañas tuvieron un peso tan decisivo que terminó siendo prohibida. Detrás de esta afirmación, como siempre, se encuentra el motivo económico, ya que Randolph poseía grandes cultivos de algodón (competidor del cáñamo en la industria textil) y no le interesaba que México tuviera su propia industria del cáñamo. Desde entonces y “gracias” a la política exterior estadounidense se prohíbe en todo el mundo.
En las ultimas décadas la visión social de la marihuana a cambiado:
-De los ‘30 a los ‘50 se la relaciona con minorías sociales y con la violencia.
-En los ‘60 se identifica con la contracultura hippy y todo lo antipatriota.
-En los ‘70 con ideologías de izquierdas y universitarios.
-En los ‘80 con la “explosión” del Punk y se le llama “la puerta a otras drogas” (heroína y cocaína), lo cual favoreció su alarmismo social.
-En los ‘90 empieza a haber un consumo más diversificado y abarca todas las clases sociales.

Los beneficios de la marihuana para con la sociedad son innumerables, entre los más conocidos está su uso como bronquio-dilatador (ayuda a gente con asma). También es buena contra la espasticidad causada por la esclerosis múltiple, así como contra lesiones de medula espinal; para lenificar el dolor, la parestesia, los temblores, la migraña, enfermedades musculo-esqueléticas, enfermedad de Crohn, epilepsia; ayuda a bulímicos y anoréxicos; e, igual la más importante en nuestros días, ayuda a pasar el mal trago de la quimioterapia… Asimismo nos podría ayudar a cuidar el medio ambiente, ya que el papel de cáñamo es tan bueno como el actual, la diferencia es que no habría que talar árboles; aparte sería una fuente de trabajo en el campo, pero claro eso es otro tema.

Sin embargo no es oro todo lo que reluce, entre tanto beneficio no nos podemos olvidar de su parte perjudicial: pérdida de memoria a corto plazo, deterioro de la capacidad de aprendizaje (el famoso abandono escolar) y a largo plazo acentúa diferentes patologías, como la esquizofrenia, trastornos de conducta, de ansiedad y mentales, depresión, psicosis; ah, tampoco hay que olvidarse de perjuicios sociales, como el narcotráfico.

A la vista de los datos y siguiendo un poco la historia, esta “droga blanda” ha convivido con el hombre, y lo seguirá haciendo. El hecho de que sea ilegal lo único que promueve son mafias de narcotráfico, gasto en despliegue policial y adictos que lo probaron la primera vez por la subida de adrenalina al hacer algo ilegal (sobre todo con 14-15 años). De esto último, el mejor ejemplo es Holanda. En el 2ooo, en España, por cada millón de personas, 900 eran consumidores habituales, mientras que en Holanda sólo 90 por cada millón. Ahora ya que cada uno piense lo que quiera... Hoy en día nos intentan convencer de que la marihuana es una droga tan perjudicial como la cocaína, intentando así asemejar su imagen; pero esto ya lo explicaremos...
K-NO

5 de marzo de 2009

-Muerto en vida- (9ª Entrega)

Miércoles, 25 de octubre de 1995, Santiago de Compostela (8ª Parte)

¡Oh, esto es un despertar tranquilo! Me estiro como un león de la sabana. Qué hora será…

Me visto, esta vez con tirantes: la noche puede ser muy larga y necesito estar suelto –mi tripa es como una gaita que sopla alcohol en vez de aire-. Cojo de la cómoda mi manojo de llaves, la navaja automática y un blog de notas con su boli; la cierro con llave. Cierro también el mueblebar, y me piro tras mirar la hora: 11.54.
Nada más salir me dirijo a la cabina telefónica frente a mi casa, empleo mi última calderilla y marco…

- Hey, Alfredo, soy Charly, ¿quedamos esta noche?
- Vale. Estoy en el bar La Oficina, frente a la comisaría, ¿dónde quieres quedar?
- ¿Sabes dónde está la Plaza do Toural?
- Sí, creo que sí.
- Vale, pues allí en diez minutos.
- De acuerdo.
- Hasta ahora.-clic… pi, pi, pi…

Paseo por sus calles, camino viejo, humano viejo, tiempos nuevos… Me hace gracia ver a la juventud de relevo, parece que se van a comer el mundo, y lo harán, pero a mi edad o antes ya estarán vomitándolo, o más bien regurgitándolo, ya que no creo que les haya dado tiempo a digerirlo, ni que quieran despertar del sueño de verano; así que la repugnancia les vendrá de improviso y estarán aviados… Antes, al menos, sabíamos lo que había y lo que éramos; era más auténtico, aunque había que haber luchado a muerte, no clandestina y cobardemente…

Llego embriagado por mis tormentosos pensamientos. Alfredo me espera en la fuente.

- Qué pasa, tú –le sorprendo.
- Nada, esperándote. ¡Qué, adónde me llevas!
- Vamos a un garito que está decente. Es mi agujero; lo malo es que comparto madriguera. Ya sabes lo que dicen, “compartir es vivir”.
- Ay…, Charly. Vamos, pues.

Nos dirigimos a él… (…). No hablamos, que raro. Le miro, está meditando.

- Oye, Alfredo, ¿qué te pasa?
- Nada, es que… este caso no me gusta. Tenía que estar en A Coruña.
- Vaya, yo que pensaba que te habías quedado para cogértela conmigo.
- Ya, perdona; pero he conocido a alguien y me ha enganchado. Hacia mucho que no…
- Ya. Me alegro Alfredo, eso está muy bien.
- No te creas, me da unos disgustos… Encima esto tiene muy mala pinta, no me gusta ni un pelo…

Nos adentramos en el bar…

- O tuto… ¿qué? ¿Qué nombre es ese? –me interroga el sargento Brañas.
- No sé, viejo. A mí siempre me ha parecido que tiene reminiscencias de pillarse unos morados…-Sonríe. Dejamos las prendas en el perchero -él sí tiene sombrero- y nos recostamos en sendas banquetas al lado de la barra-.Qué raro que haya tan poca gente (!). Los miércoles no sé por qué, pero esto se llena.

- Hola Modibo, qué tal. Mira, éste es mi amigo Alfredo. Alfredo, Modibo.-Se dan la mano-. Oye, ¿dónde está Xosé?
- Se ha cogido el día, el mamón, aquí me ha dejado, lo bueno es que a las dos viene Lua a ayudarme.
- ¡Hostias!, eso si que es bueno. No sabía que fuera camarera.
- Y no lo es.-A qué se dedicará entonces (?)…
- ¿Qué quieres tomar, Charly? –me convida mi amigo.
- Pídete un par de litros de cerveza y estamos servidos.
- Bien. Hey, perdona –capta la atención del gran barman-, me pones un par de litros…
- ¡Marchando! –le interrumpe.

- Oye, Alfredo, voy a ir al grano, así nos quitamos el tema y podemos departir de puta madre. Mira, yo estoy detrás del mismo caso que tú, aunque yo por otras vías, como puedes suponer. No tengo apenas datos, me es muy difícil conseguirlos por medios legales y necesito que me ayudes.
- Y… ¿Cómo?
- Pues… Si me pudieras contar lo que sabes… -hecho todo en el asador.
- Mira, somos amigos y confío en ti, pero no puedo contarte todos los datos sumariales, se me caería el pelo.
- Bueno, ya tienes edad no…-Me encanta bromear con ese modismo.
- Déjate de bromas, Charly. Yo te puedo contar lo que crea conveniente, si te interesa. Aun así estoy transgrediendo el secreto de sumario.
- Vale, tú ganas.-Dimos un gran trago de cerveza fresca.
- Bueno, la cosa es que al culpable ya lo tenemos, pero nos falta algo para cerrar el caso y que proceda el juicio. El chico es el asesino, todo apunta hacia él; parece un tipo normal, pero a veces la gente pierde la cabeza y hace cosas de las que ni se acuerda, como es el caso. El tipo fue hacia la residencia -certificado por varios testigos-; debía llevar un machete de grandes dimensiones, por el paquete que portaba; entró por la puerta, tenía las llaves –ni él sabe por qué-; el bedel no estaba en ese momento en la entrada, por eso nadie le vio; subió y la mató; dejó el arma en el lugar. Después bajó, salió por el mismo sitio –el bedel, perdido- y se dirigió a casa escullando sangre. Ya está.
- No está. Si no me dices qué es lo que falla, no podré continuar mis pesquisas. Tú tienes fuentes, pruebas, información; yo no tengo nada.
- Mira, sólo te diré que Aleixo, el terco durmiente, se llevó algo que no era suyo y no sabe dónde coño lo ha dejado.
- Te refieres a algo de la chica (?)… Pero…, ¿el crimen se produjo por ese algo?
- No lo sabemos; pero si fue así, la cosa es muy chunga.
- No me vas a decir más (?).
- Demasiado te he dicho.
- Joder, Alfredo (!)… Bueno, pues al menos contéstame a un par de preguntas no relacionadas con eso.
- Venga, dispara.-Bebe un gran trago de cerveza.
- ¿Podrías proporcionarme las señas de alguno de esos testigos que has comentado?
- … Vale, de acuerdo.-Saca su agenda y comienza a transcribirlas en una servilleta de papel.
- Otra. ¿No habéis investigado por otros cauces, es decir, a otros sospechosos?-Me extiende las direcciones de dos de ellos –seguro que alguno más habría-.
- ¿Sospechosos? ¡Qué sospechosos! Te he dicho que el asunto está claro. Mira, es verdad que el padre de ella está metido en cosas muy feas, pero eso es una investigación paralela. No creemos que esto tenga nada que ver, ya que hemos hablado con él y nos ha dicho que amenazas de muerte nunca le llegaron, y matar por nada… no es provechoso, ¿no?
- Claro…
- Pues ahí estamos, preguntándonos el porqué de este homicidio. Si Aleixo no vuelve de su amnesia, lo meteremos en la cárcel igualmente, pero sin que el sepa por qué.
- Vale. Yo no creo que fuera él. A veces lo evidente es lo aparente, lo virtual, sólo eso. Puede ser un astuto ardid para que prescindáis de una investigación en toda regla y así obviéis la verdadera pista. Como el famoso truco de los espejos*. Los policías sólo seguís los procedimientos, las pautas de manual, no atendéis a los detalles, y eso es un gran error. Pensáis como policías, no como criminales; no sabéis meteros en la mente de un asesino. El culpable se os escapa por arriba o por abajo, por complejidad o por extrema sencillez; es imposible que sea todo tan simple. Aleixo ni tiene pinta de idiota ni de matarife.
- Charly, por favor… Vives en un mundo de fantasías, tú también tienes que despertar.
- Cuidado con lo que dices Alfredo, que la amistad no libra de un par de hostias merecidas.
- Vale, tranquilo, no quería ofenderte.
- No me ofendes, me irritas.
- Si quieres me voy…
- No, tranqui. Perdóname Alfredo, no es nada personal, es que últimamente duermo poco y mal. Antes, cuando hemos quedado, acababa de tener el sueño más reconfortante que recuerdo; eso me tenía que haber reparado, pero sigo cabreado.
- Venga, pasa de todo y vamos a privar.
- Qué razón tienes. Venga, un brindis por los viejos tiempos.
- Eso.

No paramos de beber –me invita, yo estoy pelao-. Reímos al recordar la época de estudiantes, cuando todo importaba una mierda, cuando ligábamos, corríamos delante de la policía (quién le iba a decir que ahora…), pegábamos a hijos de puta, soñábamos con volar… Qué tiempos… (…)


* Novela de Agatha Christi. El comentario hace referencia a lo que parece ser pero no es, como la imagen de los espejos, que no es exactamente idéntica a lo reflejado, ya que aparece en incoordinación motriz.


Escrito y pergeñado por: D.C.O.
Narrado por: C.G.S.
El dormitorio tenía una estantería encima de la cama. Había macetas con geranios. Cuando me acosté allí por primera vez con Joyce y comenzamos el trote, vi que los estantes comenzaban a temblar y agitarse.

Entonces ocurrió.

- ¡Oh, oh! -dije.
- ¿Qué pasa ahora? -preguntó Joyce-. ¡No pares! ¡No pares!
- Nena, me acaba de caer una maceta de geranios en el culo.
- ¡No pares! ¡Sigue!
- ¡Está bien! ¡Está bien!

Continué, iba todo bien cuando...

- ¡Oh, mierda!
- ¿Qué pasa? ¿Qué pasa?
- Otra maceta de geranios, nena, me ha caído en la espalda, ha rodado hasta el culo y ha caído por tierra.
- ¡A la mierda los geranios! ¡Sigue! ¡Sigue!
- Oh, está bien...

Durante todo el polvo siguieron cayéndome macetas encima. Era como tratar de joder durante un ataque aéreo. Finalmente lo conseguí.

Más tarde dije:

- Oye, nena, tenemos que hacer algo respecto a esos geranios.
- ¡No, déjalos ahí!
- ¿Por qué, nena, por qué?
- Ayudan.
- ¿Qué ayudan?
- Sí.

Soltó una risita. Los geranios siguieron allí arriba. La mayor parte del tiempo.


Cartero, Charles Bukowski