Mostrando entradas con la etiqueta dololírico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta dololírico. Mostrar todas las entradas

18 de febrero de 2011

Cerca

Una necesidad, extraña y ambigua

me sobrepasa, me atraviesa.

Necesito tenerte cerca.

No alcanzo a observar más allá

me limito tanto, algunas veces tan vulgar.

Necesito tenerte cerca.

Lo repetiré como un mantra

hasta desatar tempestades en el mar.

Necesito tenerte cerca.

19 de octubre de 2010

Más allá del tiempo

Mozuelos, tierra extraña

donde se juntan cielo y tierra

donde se deshacen las cábalas

y la vía láctea te envuelve

sigue en el camino, fuera

del tiempo de la vida

te sumerge en el fuego y el agua

y nunca más te devuelve

a esta otra tierra, incierta

a esta tierra pesada

te despereza te persigue te acompaña

te deja anclado, no te merece

vuelve en otro sueño en otra vida

nunca sabe decir no a nada

te da una de sus tantas estrellas

y hagas lo que hagas, imposible…

no desaparece.

7 de octubre de 2010

Arte...

Entre trajines de trasiegos convergentes

un ser que debería servirse en esta vida

al igual que existe noche y día

y llegar cual rayo hasta la gente.

Preso, a fe, en campos de cemento

vive el arte, como ser, sin ser sabido

entre cortinas de sueños escondido

velando, cual tesoro, su lamento.

Intenta hallar un plan con fundamento

acumulando a la par planes fallidos

dibujando en la pared lares floridos

poniendo por testigo el firmamento.

Y furia, y paz, y desconsuelo

llena con calor manos vacías

y desprende sentimiento a manos llenas

para ocupar, después, estanterías.

Solo siendo nadie con pasiones

consigue ser algo con sentido

para ver, oír y ser leído

y sentir sin temor sus expresiones.

Carece, este ser, de condiciones

que dicten con detalle el nacimiento;

solo fluye raudo en su momento

contagiando hasta enfermar los corazones.

Inmortal como un ángel caído

deja la huella inconfundible del artista

rastro que deja cuando pisa

con puñales de ilusiones su camino.

Sara Conde

26 de septiembre de 2010

traumatismo craneal leve

la lluvia roza tu cara te pones la gorra y observas las lecheras

el policía intimida con su porra vacía de sentido mira con miedo

tiene delante a un grupo de jóvenes resabiados que piden algo más

que escupen al sistema que destrozan noches y pulmones por unos

sueños rotos antes de nacer

el momento no llega pocos somos la paciencia harta alguien lo grita

no se calla lo que todos piensan tienen miedo por eso golpean

el policía arremete sin pensar piel de torturador de mente deforme

usa la porra herramienta de trabajo es mi trabajo es tu desgracia

brota la sangre de tu cabeza

y caes al suelo

eres detenido identificado encerrado secuestrado finalmente señalado

cada huella cada parte de ti queda registrada en los preciados archivos

el jefe sin uniforme abofetea los adláteres oír ver y callar apestan igual

el joven ríe por no llorar

palabras de una madre no te van a dar la razón en ninguna parte

y menos en la calle yo la digo que no que se calle

y sigo comiendo sin ganas

burgos sábado veinticinco de septiembre del dos mil diez

3 de julio de 2010

El cajón vacío y las palabras atrapadas

El cajón vacío y las palabras atrapadas,

qué dos compañeras

inseparables…

Vuelven a estar a mi lado,

vuelven a ocupar mi espacio.

El cajón vacío y las palabras atrapadas,

no cambiarán ellas

inamovibles…

Vuelven a dañarlo todo,

vuelven a estar ocultándolo.

El cajón vacío y las palabras atrapadas,

que nunca en la estacada

aunque quiera dejaré…

vuelan y vuelan… miro

y seguirán volando.

12 de septiembre de 2009

Aferrado a mí

Estoy a cada paso más cubierto

más cansado y soñoliento, sin salud

allá donde la sangre brota

y el alma duerme

sin tener clara la andadura

con varias piedras en el zurrón.

19 de febrero de 2009

No sé mucho de casi nada…


y sin embargo creo que tengo ideas
muy pocas, muy rudimentarias, pero ideas.

Idear…, qué trasteo para la razón, para la mente
melifluo pensar que somos capaces de ellas
sin más esfuerzo o parto que ser “inteligentes”.

Palabras y palabras… y empero techumbres
de casas discernientes sin hombros ni cornisa
el hombre, el cómo, la violencia o el membrete.

Todo queda dicho para ser asaeteado. Tuviere…
buena cuenta, buenos pareceres. Pero no ahora
y vuestra suprema confianza sin más herirme puede.

Pero no matarme o adolecerme más allá de mis llagas
de mis resuellos y redaños, de mi temple derrumbado.

En fin…
Anónimo

7 de febrero de 2009

Canción de las ideas fugaces

Aparecen en su desnudo
descascarilladas
aprehensión incompetente
asidero cochambre

ideas fugaces
alzheimer y alzheimer.

En su sed rebuscadas
sin encuentro remanente
flujo sin surco
de la mente el riachuelo

fugaces ideas
alzheimer y alzheimer.

Qué tendrá mi rapaz edad
para fallar champón y piolet
mielina cáustica
herrumbre o desbarajuste

ideas fugaces
y al cabo, ya lo veréis
alzheimer.


Anónimo

5 de febrero de 2009

Retoños de escozor

Siento vértigos de inconsciencia, de demencia,
de nadería y despertar.
El otro día pensando en mí
descubrí simas oscuras, integérrimas…
Para qué, para mí, para sentir que hay algo,
algo, aunque sea lo que tú, tú, me refirieres.
Pero… dime algo.
Sin ti sentir, qué difícil.
Sin mí vivir, qué feliz.


Anónimo

17 de enero de 2009

Narciso no sabe meterla

Vive sólo para ti si pudieres,
pues sólo para ti si mueres,
mueres.

Francisco de Quevedo



Cómo empezar a contar
el cuento de nunca acabar
pareados o dísticos no sirven
si no sirvo o no me sirven.

Todo empieza como acaba
decían vanos o en vanidad
sin embargo hay algo cierto
que no me atrevo a descifrar.

El caso es que no hay caso
el hombre perdido está
con o sin ombligo
todos piensan igual.

Son el centro, son el credo
son culpables, qué dirás, rufián
no lo admitiría ni el más
cauto o el que menos
ha de pensar.

Esta rima o cacofonía
anacoluto, símil (o comparación)
desordenada lengua de trapo
me ha surgido, para contar
que sin decir nada
lo digo todo:
nunca
nunca
el narcisista
buen
follador
será.

15 de enero de 2009

Cargado de estropajos sin usar


Sin cero, sin guarismo alguno
siento tientos inconscientes
propios de tinieblas y rijosidad.
No sé lo que es exactamente:
la perversidad del diablo
ánimo y desmán.

No siento truculentos
golpes peristálticos de conciencia
simplemente me dejo llevar
viento suave y apacible
gira y revuela, retruécanos
capaces de consternar.

Si tuviera algún sentido
si fuera sabiendo o sin saber *
sin otro propósito
sin otra mente ni otra suerte,
cargado de estropajos sin usar.

* La poesía y sus reglas.
D.C.O.